Susana

Esa tarde decidió caminar sola, no había día en que no temiera de las preguntas que nacen en lo profundo de sus recuerdos, pero aquella mañana el cielo nublado parecía reprimir incluso hasta su más corrosivo impulso. "siento que el corazón se me sale" se dice en voz baja para no asustar al viento, entonces no hay vuelta atrás, dirige la mirada hacia cada lado del camino, que ya ha perdido forma y hasta entonces es cuando da cuenta de haberse perdido en el esfuerzo por encontrarse. Ni siquiera el nublado cielo impide que vuelva a su mente...

-Córrele Susana!!!.... siempre te quedas hasta atrás!!- gritó Barush por detrás del matorral a orillas del río, Río Chico -Pues ay voy, es que me encontré algo- sosteniendo entre las manos la piedra mas hermosa que hubiera visto hasta entonces, y notando apenas el cambio de color en su piel. -Mira! Julio encontró una salamandra tronasol... ESTA MUERTA!- un silencio tibio se apoderó del momento, Susana pudo sentir como se le enchinaba las piel desde la punta de los pies hasta la coronilla -Susanaaaaaa!! te digo que vengas a ver, es lo mas bonito que he visto- insistió Barush una vez mas desde el otro lado del arbusto que daba las bayas rojas, al no escuchar respuesta se asomó, por primera vez en la vida sintió terror. Observaba a su prima cambiar de color mientras yacía inconsciente sobre la tierra, desde los pies hasta la cabeza temblando, intermitente. No podía quitarse la imagen de la mirada de auxilio se Susana camino a casa, corriendo tan rápido cómo sus piernas se lo permitían, el cerebro retumbando dentro, corriendo a casa para decirle a la Tía Julia lo que estaba pasando. -Mamaaaaaaá!!!! mamá! mamá!- aulló Julio una vez entrados en el jardín de La casa Grande, Barush apenas con aliento llegó hasta la cocina para apurar a su tía -Tía! tía por favor, es que estabamos y luego y ella y yo y Julio, Tía tienes q venir es que Susana y la piel verde morada azúl y luego los oj- -CALLATE!!!-gritó su tía interrumpiendo las expulsión sin sentido de palabras ansiosas de Barush, -Callate te digo! porque tengo que repetir una y otra vez que me duele la cabeza y que no me gusta que entren llenos de lodo a la casa- -Es que tienes que venir, no se que pasa pero Susana está allá en el río- -Allá!!?? se están ganando unos chingazos! Cuantas veces les he dicho que no vuelvan si su prima!!? y en el río!!??- dijo Julia sin tomar la mas pequeña atención en su sobrino. Julio entró a la cocina aún con la salamandra en el puño -Mamá es que la salamandra y cuando veo, Susana y sus ojos mamá, y corrimos y ya llegamos y y y ... mamá tienes que venir- balbuceó nervioso mas bien tratando de explicárselo, su madre miró horrorizada a la criaturita muerta en los dedos del niño -SALAMANDRAS!!!! salamandras en mi casa!!!! es increíble que no entiendan que detesto a los animalescolor!- Tomando a cada muchacho del brazo, casi arrastrándolos los llevó al cobertizo y completamente sorda a sus chillidos propinó a cada uno varios vigorosos chanclazos, haciendoles recordar lo impotentes que eran.