lunes, enero 04, 2010

Vacuidad que raya en lo risorio, llena de ruido y tráfico. La ausencia de distracciones inmediatas que puedan conmigo los mantienen alejados, en lo profundo es como si no existieran. Las personas que pasan me miran de reojo y si llegaran a notar que los he visto hacerlo, apuran el paso. Dentro me suena la tonada que cantas por las mañanas, tu voz inmediatamente proyecta tu boca en el espacio, con ella la barba, la naríz, los ojos. Aquello que estuvo lleno de nada, se vacía contigo y ese delicioso sopor al despertar a tu lado. Abrazan los segundos a la espontánea canción, al recuerdo de la sensación que me provoca observarte, olerte. Sin embargo, apenas un instante pasa y lo pierdo, tu holograma se esfuma entre átomos de oxígeno que inundan mis alveólos dejando que viva otro poco.

Libélulas tornasol

Libélulas tornasol
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