
Se sienta en la orilla de la cama, aun con los brazos cansados.
-¿Te arrepientes?-
-No, lo siento... es solo que .... no sé-
Esa tarde caminó la misma distancia desde el salón del sótano hasta la parada del camión, mojó sus tenis, que aun no terminaban de secarse por la lluvia de el día anterior, y mientras caminaba miraba solo el suelo mojado...como siempre, le gusta imaginar que al levantar la mirada va a encontrar siempre una sorpresa del mundo fuera de sus ojos, y prefiere no adelantar el ecuentro.
Fué como todos los días, como si soñara con el día anterior, sentir que eso ya lo viviste una y otra dulce vez. En el camión por fin su mirada se despegó del infinito suelo, y al levantar el horizonte vino con él, su imagen. Las manos más volátiles, las caderas con mas herencia de cacao, la mirada mas intensa, los labios ..... los que no pudo dejar de mirar, sin mirar.
Y voltea, y la otra siente que es un terrón de azúcar en té caliente, y vuelve la mirada para cuando la otra hace como si entendiera el ritmo de afuera, la calle... gris, es la hora en que pasan mas accidentes porque es fácil confundirse, y se prolonga como un baile contento...
-No te bajes-
-Baja conmigo-
-.....
Las gotas mojan los muslos de la morena mientras corre, mas por impaciencia que por miedo a tener gripa. Ella la sigue, como en un baile de duendes en la malesa mientras llueve en la selva de concreto, le basta con recordar ese momento.Y casi olvida como llegó al cuarto. Se quita con una rapidéz de androide los tenis mojados, mientras desabrocha la blusa de la mujer de senos prohibidos, se besan..... se olvidan del tiempo, del saber, del entender, de vuelta al principio, simplicidad caliente, fisión solar.
Las manos son parte de los ojos y los labios son parte del corazón
-solo que..... entiendo..-
-no no, solo que no quiero saber tu nombre aun.... chika cacao-